viernes, 7 de marzo de 2014

¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE LA VIOLENCIA DE ODIO? Más allá de la agresión


El impacto de la violencia de odio en una víctima va más allá de las lesiones físicas. Las víctimas de violencia de odio sufren diferentes secuelas emocionales tales como terror, rabia o ira contra los autores del crimen, miedo extremo por sí mismo o por sus familiares, depresión a causa del incidente, sentimientos de impotencia e indefensión, profunda suspicacia frente al prójimo y pérdida de la autoestima.

Otras manifestaciones incluyen síntomas de un estrés postraumático como irritabilidad, dificultad para conciliar el sueño, fatiga, palpitaciones, cefaleas, y estados de alerta y reacción intensificados. La víctima también puede desarrollar conductas de evitación como, por ejemplo, mudarse a otro barrio, aumentar la seguridad de sus hogares, y procurar otras precauciones de seguridad para sí mismo y sus familiares.

Muchas víctimas modifican su conducta y hasta su vida cotidiana, alejándose de las comunidades que anteriormente frecuentaban, tales como iglesias, colegios, clubes u organizaciones políticas, y que formaban parte de su vida cotidiana. Algunos, inmersos en un sentimiento de venganza, se plantean tomar represalias por cuenta de su victimización. Otros, reacios a admitir que han sido atacados por causa de una característica (o varias) de sí mismos, buscan razones más allá de las obvias que puedan explicar el porqué de la agresión, creando un gran malestar psicosocial.

Los crímenes de odio no tienen un efecto únicamente individual, sino que su impacto se extiende a toda la comunidad a la que pertenece la víctima agredida. Debido a sus atroces consecuencias, la violencia de odio puede provocar angustia, miedo, aislamiento, sentimiento de vulnerabilidad e impotencia en los miembros de toda una comunidad. De este modo, los crímenes de odio crean una especie de herida social que erosiona rápidamente la confianza pública respecto a estar a salvo o no de estos crímenes. Los integrantes de cierta comunidad pueden preguntarse cómo de extendido puede estar el odio y la intolerancia y cuántos otros estarán dispuestos a cometer este tipo de violencia lo cual conduce a una pérdida del sentimiento de unión y de confianza entre los miembros de la sociedad, así como un daño irreparable en su cohesión.

Referencias:

1. McLaughlin K, Brilliant K, Lang C. National bias crimes training : for law enforcement and victim assistance professionals : a guide for training instructors /. Washington, D.C. :: U.S. Dept. of Justice, Office of Justice Programs, Office for Victims of Crime ; 1997.

2.Barnes A, Ephross PH. The impact of hate violence on victims: Emotional and behavioral responses to attacks. Social Work. 1994.